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sábado, 1 de julio de 2017

¡Reclamemos ya, por y para nuestros hijos!.

Como cada año al menos en mi ciudad, Ourense, se ha procedido a cerrar el servicio de pediatría en casi la mayoría de los centros de salud. ¿Para qué contratar a nadie si podemos sobrecargar al resto de pediatras y nadie se queja?.

Llegará un momento, también como cada verano, en que ocurra lo mismo con alguna planta del Complejo Hospitalario. ¿Para qué contratar a nadie si podemos sobrecargar el resto de plantas y nadie se queja?.
No nos reponen a los cirujanos pediátricos. ¿Para qué convocar nuevas plazas si podemos mandar a los niños a Vigo y nadie se queja?.

Nos quitaron hace tiempo el servicio de Citación Pediátrica, que era independiente al resto y por el cual se entendía, y así debería ser siempre, que los niños no deberían tener que estar haciendo una cola de dos horas para coger cita para un especialista o prueba. ¿Para qué van a abrir este servicio si todos hacemos las colas pertinentes y nadie se queja?.

No estamos haciendo absolutamente nada al respecto. NADA.




Nos quejamos por lo bajo, nos quejamos en redes sociales, nos quejamos entre amigos y conocidos, nos quejamos en la prensa. Refunfuñamos en el Centro de Salud o mientras hacemos la cola correspondiente de dos horas...

¿Esto es todo lo que vamos a hacer?.

Entregando una hoja de reclamación esta semana nos han contado que NADIE pone reclamaciones. Que la gente se queja, pero a la hora de escribir, les entra la vagancia.

Os propongo una cosa. Una hoja de reclamación por cada familia. Si os animáis, dos. Con dos hojas de reclamación por cada familia podríamos cambiar las cosas. En serio.

Necesitamos cirujanos pediátricos en Ourense. Necesitamos un servicio de pediatría completo. No por horas. Necesitamos no tener que hacer colas interminables con nuestros hijos que deberían estar comiendo, durmiendo la siesta o en el colegio.

Ésta es una hoja de reclamaciones del Servicio Gallego de Salud. Sirve para toda Galicia. Se puede pedir no sólo en el Complejo Hospitalario sino también en los Centros de Salud. Podéis aprovechar un día que vayáis al médico y pedir un par y la siguiente vez que vayáis, entregarlas. Se puede hacer online incluso si tenéis firma digital.




No tenemos excusas. Los pediatras y el resto de servicio sanitario nos están pidiendo ayuda para que las cosas cambien, y nosotros los oímos, pero no los escuchamos

Nos lo dicen por nuestro propio bien y no hacemos absolutamente nada.

¿Vamos a seguir dejando pasar el tiempo?. ¿No tenéis cinco minutos para intentar cambiar el mundo?. 

¿No os interesa que vuestros hijos estén bien atendidos?. A mi desde luego sí, pero no puedo luchar sola. 

Os necesito, nuestros hijos nos necesitan. Nuestro personal sanitario explotado nos necesita.

Entre todos, podemos. Por favor, haced algo. Escribid reclamaciones. YA.


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Gracias por leer mi blog, este post y por comentar si te apetece. Si lo compartes harás que este post pueda ser leído por personas a las cuales les sirva de ayuda. Y que el tiempo que yo dedico a escribir merezca un poquito más la pena, si cabe.

jueves, 2 de febrero de 2017

Mi hija está enferma por culpa de tu hijo

Cuando decidí meter a mi hija en la guardería (mi manera de pensar no variará el día que la lleve al cole) siempre fue con la premisa de que si la peque se encontraba mal, tenía fiebre o algo contagioso, no iría bajo ningún concepto. Se quedaría en casa que es donde debe estar.

Pero lo que yo no puedo entender es que si yo lo tengo tan claro, ¿cómo es posible que otros papás no lo vean así?.

Mi hija acaba de salir de su última enfermedad, cortesía de un compi de la guarde, o más bien de sus padres, que sabiendo que contagiaba, lo llevaron igualmente.




Y cuando veía a mi niña llorando de lo mala que estaba me llevaban los siete males. No logro entender qué pasa por las cabezas de esos padres.

Si mi hija está mala, se queda en casa.

Si mi hija puede contagiar una enfermedad, se queda en casa.

Si mi hija tiene febrícula o fiebre, por muy bien que se encuentre, se queda en casa.

¿Que trabajo?, me pido el día. ¿Que yo no puedo?. Pues que se lo pida su padre. ¿Que él no puede?, pues un abuelo, un tío o un amigo. Pero desde luego los demás niños no tienen que contagiarse por culpa mía.

He sabido de una guardería que ya por necesidad ha llegado a enviar ésto a los papás clientes de la misma:

En este momento aumentan las enfermedades y por lo tanto también los contagios.

Es momento de recordaros cuando NO se debe traer a los niños a la escuela.

En los últimos días y especialmente hoy, vinieron muchos niños a la escuela con diarrea.

Las diarreas son enfermedades contagiosas producidas por un virus, bacterias o protozoos. Se debe dejar pasar un mínimo de 48 horas desde que el niño haga su última deposición diarreica para volver a la escuela.

No pueden venir a la escuela con diarrea. Una cosa es hacer una deposición "suelta" puntualmente y otra son varias seguidas o durante varios días, en este último caso no deben venir hasta que estén bien.

Lo mismo hay que hacer en el caso de vómitos por gastroenteritis. 




Aunque sabemos que la conciliación laboral y familiar no és fácil, apelamos a vuestra responsabilidad para lograr el bienestar de los niños/as con el objetivo de que cuando estén enfermos reciban los cuidados en casa y no contagien a otros niños porque siempre nos ponemos en el punto de vista de que "mi hijo se contagió en la Escuela" y no pensamos que fue nuestro hijo el que contagió a otros.

Sabéis que la escuela NO es un servicio de atención exclusiva a un niño/a y cuando están malitos no es un lugar cómodo para ellos. 

Esto mismo se aplica a infecciones respiratorias, conjuntivitis, fiebres, enfermedades de la piel, etc, que no deben venir hasta que estén totalmente curados y sin ningún síntoma.

Gracias por comprenderlo.

Me alucina que tengan que escribir esto a los padres, pero lo que más me fascina es que nosotros los padres, con la mitad de esos síntomas, nos quedaríamos en casa y en cama seguramente.




¿Por qué no pueden quedarse los niños en casa que es dónde deben estar cuando están malos?.

¿Tan egoístas somos que sólo vamos a lo nuestro?.

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martes, 13 de septiembre de 2016

Mi pequeña Ía

Mi pequeña gran Ía.

Te escribo esto para que lo leas cuando seas mayor.

Para que lo leas cuando te enfades con tu madre o tengas esas crisis existenciales que todos hemos pasado.

Para que lo leas cuando de tu boca salga ese "Yo no pedí nacer".

Nunca vi tanto sacrificio, tanta paciencia y tal sonrisa a pesar de estar destrozada por dentro como fue el caso de tu madre. Y es que, cada día la admiro más.

Llegaste a Urgencias con medio cuerpo en otra vida ya. 

Te ingresaron en la UCI pensando que te ibas en cualquier momento durante los tres primeros días.


Foto de La Voz de Galicia
Durante esos días, ella no salía de tu lado, sólo te miraba y te sonreía y te cogía en brazos cuando la ayudaban a apartar todos esos cables que te rodeaban.

Se obligaba a comer más durante todos esos días de cautiverio para estar fuerte porque a pesar de tener un nudo en la garganta de manera permanente, no te podía fallar debilitándose ella.

Tuviste una enfermedad muy grave, una Encefalitis por Herpes que gracias a que cogieron a tiempo, no te dejó secuelas.

Una semana más tarde decidieron subirte a planta porque parte de tu recuperación pasaba porque te pudieses mover dentro de una habitación "a tu aire", pero con mucho cuidado porque cualquier virus en el ambiente era peligroso para ti porque tu sistema inmune estaba destrozado.

Tu madre tuvo que luchar, suplicar y llorar porque por falta de camas (nuestro sistema sanitario, por ahorrar personal, cierra plantas y camas en verano) te pusieron un compañero de habitación.




Debido a tu encefalitis, tenías una irritabilidad máxima y todo te hacía llorar así que el paso de una mosca era insoportable para ti, cuánto más un compañero que no conocías, junto sus padres y visitas. Pero tu madre iba más allá pensando en los virus que los podrían acompañar y que podrían perjudicarte así que ahí se puso seria. 

Suplicó, rogó, lloró, y explicó a todo el que se ponía frente a ella el porqué su hija no podía tener compañeros de habitación.

Ahí, la pediatra que al principio le explicó que su hija no podía tener ni visitas por lo grave de su situación, le dijo que la infecciosa era su hija, y que mientras le pusiesen niño sanos (sólo de operaciones tipo apendicitis) el peligro lo tenían los otros niños...

Hasta aquí llega la sanidad pública. Niña contagiosa y aún así exponen a niños sanos... ¡Increíble!.

Pero se llevaron a ese niño, suponemos a operar, y metieron a otra niña, para operar también de vegetaciones. 

En cuanto tu padre le dijo a los padres de la niña lo contagiosa y peligrosa que eras para su salud, salieron pitando, jajajaja. Y es que, no era justo para nadie.

Y al día siguiente, tu madre lo consiguió. Habló y lloró, delante de MIR, celadores, auxiliares, enfermeras y médicos sin importarle lo que pensaran de ella porque en su cerebro sólo estabas tú. Y al final, lo consiguió. Logró que en tu puerta pusiesen un cartel de "infeccioso" y que no te pusiesen ningún compañero más.


Este era el cartel de la habitación


Según te ibas recuperando más y más, tu capacidad para estar encerrada iba mermándose también. Y es que, es normal, cómo le pides a un bebé de 20 meses que se esté quietito y se porte bien. Lo que necesitan es quemar toda esa energía que tienen. Y tú no podías en esa habitación.

Cuando ya faltaban sólo dos días para irte, llegaste a desquiciarte por la desesperación de estar de dos en dos horas quieta para el momento de la medicación y porque tenían que ponerte vías nuevas porque las anteriores se tupían. Despertabas con pesadillas del dolor por las vías, de la desesperación por las punciones y ahí estaba tu madre siempre, y también tu padre.

Así que no, quizás no pediste nacer, pero tu madre siempre está ahí por y para ti. Porque eres su mundo y lo que la hace levantarse cada mañana.

Así que, para esos días de frustración en los que pienses que tu madre no te comprende, da gracias de tener una madre que no te ha fallado nunca. Porque si en lo más difícil ella puede, lo fácil está chupado.

Y el resto de madres, como yo, o incluso tú, cuando seas madre si así lo deseas, estoy segura de que haríamos lo mismo, porque nuestro motor, sois vosotros, nuestros grandes pequeños, porque siempre seréis nuestros pequeños.