miércoles, 17 de enero de 2018

Mitos y verdades sobre la maternidad

Dice Samanta Villar que tener un hijo hace que tu mundo se derrumbe y que hay que volver a construirlo. Bueno, no lo dice con esas palabras, pero viene a ser lo mismo.

A pesar de querer tener un hijo y de conseguirlo en la mayoría de los casos hay un montón de cosas que no sabes hasta que no las vives en primera persona.

No es cierto que hoy se pinta la maternidad de color de rosa. Ya hay muchos blogs desmitificando esto, pero también es verdad que aunque nos vamos preparando cada vez más para lo que llega, hay ciertos aspectos de los que no se habla mucho.


La felicidad es uno de ellos: "conseguir la plena felicidad con un hijo". Yo antes de tener a mi #pituxenca he tenido mil momentos de plena felicidad. Sí que es verdad que desde que nació, mi vida anterior quedó reducida a buenos recuerdos que me evocan sonrisas pero es que la vida es más intensa cuando tienes un hijo. 




Por eso no debemos confundir términos, no se es más feliz por tener un hijo. Las familias que deciden no tenerlos son muy felices y han optado por otro tipo de vida.

Otra cosa que se oye y se lee mucho es: "si estás mal con tu pareja no pienses que tener un hijo os ayudará, eso acabará por destruir la pareja". Eso es cierto, no digo que no, pero es bastante incompleto. Cuando un bebé llega a casa, la base de cualquier relación se tambalea. Hay muchísimas parejas que no resisten los primeros 18 meses de vida de un churumbel y acaban separándose. Tener un niño te lleva al límite, al límite de sueño, de la inseguridad... Y es que antes de tener hijos cada miembro de la pareja tomaba sus propias decisiones, pero una vez nace un niño... ¿Quién decide sobre el peque?. Ahí es cuando empieza el debate y en mayor medida las discusiones. El no descansar lo suficiente tampoco ayudará ya que estamos más susceptibles.




Un punto del que tampoco se habla mucho es cuando das a luz por primera vez y te dan el alta. He hablado con muchas mamás y todas han tenido la misma sensación y es la de pensar al entrar por la puerta de su casa... "¿Dónde coño me he metido?". Y es que el pánico inicial cuando te ves solo con tu pareja y tu hijo por primera vez en tu casa, sin nadie alrededor al que poder preguntar, es acojonante impresionante.

La última mención que quiero hacer en este post es sobre la lactancia materna. Cuando te quedas embarazada, hoy en día todo es publicidad e información sobre la dar el pecho. Todas, o la mayoría optamos y elegimos esa forma de alimentar a nuestro recién nacido, pero en la mayoría de las ocasiones no nos cuentan o simplemente no sabemos de primera mano todos los problemas que vamos a tener. La no subida de la leche, los agarres dolorosos o no agarres simplemente. Los niños demasiado pequeños y vagos que sólo quieren dormir. Las mastitis... y podría seguir hasta la eternidad. 

Tener un hijo es maravilloso. Criar y educar a un ser humano es algo único, pero también te sacará de tus casillas, te hará llorar de frustración o de miedo a fallar. Te hará pensar constantemente si lo estás haciendo bien... Es una continua toma de decisiones en las que tienes la probabilidad de equivocarte con lo que eso supone para otra personita. 




Ser papás y mamás es muy difícil, sin duda. 

¿Para vosotras y vosotros es de color de rosa o habéis vivido muchas malas épocas?.



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