Cuando no tenía hijos y en una cafetería un niño gritaba, reconozco que miraba hacia donde estuviese, digamos "raro".
¡Cómo han cambiado las cosas!.
Hoy en día es mi hija la que grita emocionada por ahí mientras corre dándolo todo. Y me produce satisfacción verla así, simplemente feliz.
Esta semana pasada fui con una amiga y su hija, que es del mismo tiempo que mi peque, a tomar un café de buena mañana.
Escogimos una cafetería que tenía parte de atrás, para intentar no molestar mucho.
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foto: Mamás Viajeras |
Pues allá que las enanas se lanzaron a recorrer medio pasillo (en ese lateral no había clientes) gritando mientras se perseguían la una a la otra.
Te pones colorada porque no las puedes amordazar y con 19 meses tampoco entienden el "no chilles" cuando están tan exaltadas. Y tienes miedo de que a alguien le pueda parecer mal, aunque las peques no están en una zona donde haya gente (si la hay a dos metros), ni empujan ni molestan a nadie físicamente, sólo gritan.
Cuando levanté la mirada, vi al dueño de la cafetería con cara de pocos amigos. Lo conocía de antes y siempre suele sonreír. Deduje rápidamente que no le estaba gustando ni un poquito el tema.
Lo comenté con mi amiga y decidimos terminar los cafés e irnos. Entre medias, otro par de gritos ahogados de las peques y el dueño del bar ya empezó a resoplar.
No volveremos a ese sitio, eso es seguro.
Pero me hace plantearme cosas como... ¿Debería no ir a una cafetería mientras mi hija pueda resultar molesta a alguien?. Que no se me malinterprete, me refiero a mientras no pueda hacerle comprender que no puede chillar de pura felicidad porque pueda perjudicar los tímpanos de alguna persona.
Entiendo que si estuviese corriendo entre las mesas con gente y molestándolos o echándose al paso de los camareros, eso sí que me parece que no lo debo consentir, y no lo hace, pero...
¿Sólo puedo ir a cafeterías con zonas infantiles?. ¿Me queda vetado el resto?. ¿Soy mala persona por dejar que mi hija se divierta aunque grite un poco?. ¿Son los demás los que deben asumir que los niños son niños?.
¿Cuál es el término medio?. ¿Ese punto de inflexión que no debo cruzar para no romper la armonía del universo?...
Qué difícil lo hacemos todo, y que intolerantes somos con los niños (y de rebote con los padrastrones como yo) antes de tener hijos propios y de entender que son la naturalidad en persona. Que ríen, lloran, cagan y duermen cuando y como quieren porque, simplemente, pueden.
Porque en nuestra conciencia está saber dónde los podemos o no llevar. Porque no se me ocurre meterla en un café pub a las 9 de la noche, ni tampoco en un restaurante donde se habla en susurros. Pero también sé que hay en restaurantes y cafeterías donde no puedes escuchar ni tus pensamientos y quiero pensar, que mi hija ahí no está de sobra.
Y que si la llevo a un bar que no está hasta los topes y mi hija ríe y grita, ver que la gente se gira y sonríe, para mí ya es lo normal y no lo que me pasó en este local.