Cómo hacer jabón corporal casero

Pues en mi afán por buscar productos lo más naturales posibles he llegado al razonamiento lógico de que lo más natural es lo hecho por uno mismo.

Así que después de mucho investigar he conseguido una receta estupenda para hacer jabón corporal casero.

Es una receta rapidísima. En diez minutitos estará listo.

¿Qué necesitamos?.

1. Agua
2. Sosa Cáustica
3. El aceite que más nos guste. Yo os hablaré del que he usado, Aceite de Almendras Dulces.
4. Una báscula de cocina
5. Un bol para hacer la mezcla.
6. Un molde para verter el jabón (si es de silicona mejor porque es más manipulable).

Antes de nada os voy a explicar tres cosas.

El jabón se puede hacer con sosa cáustica o con glicerina. La forma más saludable es con sosa puesto que la glicerina no deja de tener entre sus componentes la misma sosa, así que mejor ir al grano.

Con respecto al aceite que vayas a utilizar, en tu mano está la elección. Hay mucha gente que emplea el aceite usado de cocinar, pero yo... no lo veo. Prefiero comprar Aceite de Almendras Dulces o cualquier otro aceite 100% puro destinado ya para este fin cosmético, que es el que me echo tan ricamente por el cuerpo y que sea ese mismo la base de mi jabón. El Aceite de almendras es de los más completos y a la vez más económicos. 

Se pueden añadir esencias para que nuestro jabón tenga más propiedades, entre ellas, el aroma. Yo sinceramente, paso. Busco algo natural así que no quiero olores añadidos.

Aclarado todo esto...

¡Vamos a empezar a hacer jabón!.

Nuestra base de medición siempre va a ser el aceite. Así que tenemos que tener muy claro cuántos mililitros de aceite vamos a usar y también qué tipo de aceite porque las proporciones cambian dependiendo del mismo.

Yo voy a hablaros sobre 500 ml de Aceite de Almendras Dulces pero también os pondré las proporciones al final de algunos otros aceites.

Bien. Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es qué tipo de piel tenemos. En mi casa la piel es seca así que voy a hacer un jabón graso para compensar esto. Si en vuestra casa tenéis la piel grasa yo usaría igual estos porcentajes porque nos queda un jabón más cremoso e hidratante (pero si preferís que no lo sea tanto, el porcentaje extra de aceite sería del 8% en vez del 12% que es el que yo explico aquí).

El coeficiente de saponificación del Aceite de Almendras es el 0,138 (con esto sabremos cuánta sosa tenemos que usar).

Por otra parte, para hacer un jabón graso, voy a añadir un 12% más de aceite a la mezcla (que no incluiré en los cálculos). 

Bien. tenemos un bote de 500 ml. de aceite de Almendras.

A esos 500 ml le voy a descontar un 12% para que quede más graso (sí, se podrían añadir en vez de descontar, pero necesitarías más aceite y es más fácil trabajar sobre la propia medida del bote de aceite).

Para que lo entiendas de otra manera. Si yo tengo 440 ml de aceite y quiero un jabón graso, luego tendría que añadirle un 12% más, es decir, tendría en total 500 ml. 

Espero que con los ejemplos lo entendáis porque en mi cabeza queda claro...

500x0,12= 60

Es decir, vamos a hacer los cálculos sobre 440 ml de aceite de almendras, porque utilizaremos los 500 ml pero con esos 60 ml lo hacemos más graso.

Estos 440 ml de aceite hay que multiplicarlos por el  0.138 de coeficiente para calcular los gramos de sosa que se utilizan.

440x0,138 = 60,72 gramos de sosa. Yo redondeo a 60 gramos.

Bien, ahora tenemos que saber cuánta agua necesitamos. 

Pues la medida de agua será el 35% de la medida que hayamos escogido de aceite.

Es decir el 35% de 440 ml en este ejemplo: 440x0,35 = 154 ml de agua.

Recordad que los mililitros en el caso del agua tienen la misma densidad que los gramos así que lo podéis pesar también con la báscula de cocina.

Bueno, una vez que tenemos claro lo que vamos a usar:

60 gramos de sosa

154 ml de agua

500 ml de aceite 

Procedemos a hacer la mezcla inicial.

En el bol echamos el agua y la sosa. Cuidado con esta parte, la sosa es muy tóxica así que esto hay que hacerlo en un balcón, terraza o al aire libre.

Sin respirar encima y tapándonos la nariz y boca con una mascarilla o similar, removemos la mezcla. Al juntar el agua y la sosa se alcanzan temperaturas muy altas así que tened cuidado.

Removemos un poco y lo dejamos enfriar hasta que al tocar el bol por fuera lo notemos caliente pero que no nos quema.

En ese momento echamos el aceite y removemos hasta que notemos la mezcla cremosa. Este paso con la batidora de mano es mucho más rápido y la mezcla queda perfecta.

Llegados a este punto, vertemos en el molde y ya está. A dejar enfriar al aire durante dos días al menos.

Yo lo que hice fue ponerle por encima una tela de gasa para que así se mantuviese al aire pero no se ensuciase.

Pasados estes dos días si la mezcla ya está seca, desmoldamos y cortamos en trozos del tamaño que prefiramos para luego utilizar.

Estos trozos los envolvemos en papel de cocina y los metemos en un tupper que cerraremos y dejaremos en una zona oscura durante al menos un mes para que se complete el proceso de saponificación y se neutralice la sosa cáustica.

Cuando vayamos a utilizar un trozo de jabón, antes del primer uso lo lavaremos debajo del agua para quitarle las posibles cristalizaciones de sosa que puedan quedar.

Es importante que sepáis que este jabón no hace apenas la espuma a la que estamos acostumbrados cuando nos frotamos.

Aquí también os dejo los coeficientes de saponificación para otros aceites.

cido Graso	Sosa Cáustica
Aceite de Oliva	0,136
Aceite de Girasol	0,137
Aceite de Almendras Dulces	0,138
Manteca de Karité	0,184
Lanolina	0,076
Aceite de jojoba	0,066
Aceite de Caléndula	0,136
Aceite de Argán	0,136
Aceite de Coco	0,178
Cera de Abejas	0,069

Este post es muy de números. Si os queda alguna duda, por favor, escribidme e intentaré resolverla.

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 Gracias por leer mi blog, este post y por comentar si te apetece. Si lo compartes harás que este post pueda ser leído por personas a las cuales les sirva de ayuda. Y que el tiempo que yo dedico a escribir merezca un poquito más la pena, si cabe.