domingo, 21 de agosto de 2016

Soy Feminista, ¿y qué?

Hasta no hace mucho, simplemente era una defensora de los derechos de la mujer. 

Como mujer sigo sin entender porqué voy a cobrar menos sólo por mi sexo, o porqué me van a juzgar por estar en edad fértil o por quedarme embarazada.

Pero nunca me definí como feminista porque lo entendía como un radicalismo, como lo contrario de machismo y si el machismo no es bueno, el feminismo tampoco lo podía ser.

He ahí el error y mi ignorancia. Una gran amiga me abrió los ojos.

¿Cuánta gente está equivocada con el concepto del feminismo?.






¿Cuántos se han sorprendido?. Espero que no muchos. Aunque, lo importante no es cómo lo llamemos sino que tengamos claro que cualquier discriminación negativa hacia la mujer (y hacia el hombre) es indefendible e injustificable.

Pero todo empieza desde pequeños. La cama la tiene que hacer un niño y una niña al igual que recoger la mesa, fregar... 

¿Y los juguetes? ¿Qué me decís de ellos?. Mi hija últimamente tiene mucho apego a una sillita de paseo y babypelón con los que va a todas partes, pero antes era una pelota de fútbol y era lo que hacía a todas horas, chutar el balón.



Me he encontrado a mujeres que me han dicho que les encanta la muñeca de mi hija, pero claro, ellas no la pudieron comprar porque tuvieron niños... ¿Entonces mi hija no debería jugar con los camiones que tiene en casa?. Ella escoge sus juguetes, no yo. Os lo puedo asegurar.

Pero también es importante que hagamos entender que no por ser niñas, como es en el caso de la mía, van a ser princesas. Mi hija no es una princesa, es una niña, y punto. Ni tampoco es la más guapa. Será la más guapa para los suyos, porque es nuestra hija, sobrina, nieta... 

Queremos igualdad, ¿verdad?. Pues empecemos en casa, con nuestros hijos e hijas. Dejemos que decidan con qué quieren jugar y no hagamos distinciones en nada porque el rosa lo puede llevar cualquier sexo, porque puede limpiar cualquiera y porque, por algo se empieza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario