jueves, 29 de junio de 2017

Nuestra "NO" Operación Pañal

Como os había adelantado justo antes de Semana Santa, quería aprovechar la misma para retirar el pañal a mi peque. Con dos años y tres meses, me parecía tiempo más que suficiente para hacerlo.

En mi cabeza era algo idílico y chupado, como cuentan muchas mamás por ahí. Era cuestión de un par de días. Nada que nosotros no pudiésemos hacer, ¿no?.





¡Pues no!.

Comenzamos retirando el pañal un sábado después de la siesta. Esa tarde comenzó a hacer pis cada cinco minutos o menos, durante aproximadamente dos horas. Y es que eran un par de gotitas de cada vez.

Supongo que era lo que hacía cuando tenía el pañal puesto y tenía que acostumbrarse a que eso se hacía todo junto y de una vez. 

De todas ellas la llevé corriendo al WC y, aunque nunca llegamos, ella se sentaba feliz.

A la noche le puse pañal. 

El domingo a la mañana decidimos salir de casa cuando ella hubiese hecho pis para no tener ningún percance en la calle...

¡Pues no salimos!. Desde que la levanté y le puse la braguita hasta la siesta, ni una gota de pis. Nada de nada....

A la tarde, otro tanto. Sí se sentó en el orinal unas cuantas veces pero no hizo nada.

De pronto estando con su padre esa tarde empezó a hacer caca y el padre la sentó en el orinal. Una fiesta. Esto iba viento en popa...




Hasta que llegó el lunes y decidió que ella no se volvía a sentar en el orinal ni en el wc ni iba a retener más. Aquello iba a escape libre. Fue un día infernal.

El martes y el miércoles no fueron mejor. No había hecho caca desde el domingo y ya era miércoles cuando al fin decidió hacerla... en el puf del salón... Y sin bragas😱. Ahí me di cuenta de que ella no quería quitarse el pañal, no estaba preparada y no quería oír hablar del tema y fue así como volvimos el jueves a usar pañal.

¿Me rendí muy pronto?. Quizás, puede, nunca lo sabré. Pero su reacción era extremadamente negativa y gritaba y se ponía histérica si le acercabas un orinal así que preferí no crearle un trauma. Me sobraba el tiempo y sólo quería probar a quitárselo para evitarle los roces que le producía el pañal ya que con sus problemas de dermatitis que os conté en su día y que podéis releer aquí, la zona de la barriga y la espalda las tenía bastante irritadas.

Hace dos semanas y aprovechando que había acabado mi última tanda de pañales diurnos, su profe de la guarde y yo decidimos volverlo a intentar, y es que ahora sí me empieza a apremiar el tiempo ya que en septiembre empieza el cole y para hacerlo de la manera más respetuosa y menos estresante para ella, prefiero hacerlo con calma y sin negatividad ni presiones ni obligaciones.


Tal cual como en esta viñeta de Esther Gili me encuentro ahora


Así que nos pusimos a ello... ¿Cómo nos fue?. Pues os adelanto que seguimos con el tema así que... ya os lo contaré todo en otro post.

Sí os puedo decir que ya casi hasta tengo que pensado el título: "Operación Pañal, nuestra nada idílica historia".




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 Gracias por leer mi blog, este post y por comentar si te apetece. Si lo compartes harás que este post pueda ser leído por personas a las cuales les sirva de ayuda. Y que el tiempo que yo dedico a escribir merezca un poquito más la pena, si cabe.

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