viernes, 30 de diciembre de 2016

Se acaba el año

Finaliza el año... ¡¡¡Mañana!!!.

Creo que no estoy preparada. Necesito que el tiempo deje de correr. Ha pasado todo demasiado deprisa.

Cuando mi hija nació me dijeron que todo pasaría volando y yo no veía la hora de que la peque se sentase, comiese, caminase, hablase, se relacionase... y así una detrás de otra....

Ahora sólo quiero recuperar a mi bebé dormilón porque lo echo tanto de menos....

No me malinterpretéis. Adoro a mi hija. Allá por donde vamos dejo ríos de babas a mi paso. Pero no la disfruté lo suficiente.




Y se acaba el año. Y la peque tiene ya dos primaveras.

La generación del táctil. Aún alucino cuando mi móvil me notifica que tengo videos actualizados de Masha o Peppa Pig en Youtube y no sé que ha hecho para que me lleguen esos avisos...

Sí, vale, está enganchada a youtube, pero por un ratito de tranquilidad e independencia a veces hago estas cosas.

Y es que la tecnología es nuestra amiga, no debemos verlo como algo malo. Habrá quien diga que cuando éramos pequeños estas cosas no existían y nos entreteníamos, pero señores, si hubiesen existido, nuestros padres las hubiesen utilizado. ¡Seguro!.

 Y sigo, que me pierdo.

Este año termina con mi preciosa gata sentenciada a morir, desde el mes de septiembre, donde me pintaban que la cosa sería cuestión de días por tumores mamarios.

Y aquí la tengo, tan ricamente durmiendo y sin ningún atisbo de dolor y el año acaba. En enero cumple 16 años y creo que los celebraremos aunque no sé por cuanto tiempo seguirá a nuestro lado.




En enero de este año se fue mi última abuela viva. El 5 de enero. El día de la Cabalgata de Reyes, con lo que a mi me gustan las Cabalgatas de Reyes.

Es obvio que me la perdí. ¿Qué iba a hacer sino más que acompañarla?. Ahora los 5 de enero significarán algo distinto para mí.

Así que le diré a mi peque que cuando veamos pasar a los Reyes Magos sabremos que serán ellos porque les guiará la bisabuela que es la estrella de Oriente que pasará también a saludarnos.

Y acaba el año, con propósitos e intenciones que no he cumplido y que necesitaba cumplir.

Y la frustración se apodera de mi. Y la tristeza, porque no me ha llegado el año. Porque no he conseguido hacer nada importante.

¿Qué le pido al 2017?....

Os lo contaré otro día. Por ahora sigo intentando encontrar una fórmula para parar el tiempo.



Gracias por leer mi blog, este post y por comentar si te apetece. Si lo compartes harás que este post pueda ser leído por personas que quizás estén pasando por lo mismo y a las cuales les sirva de ayuda. Y que el tiempo que yo dedico a escribir merezca un poquito más la pena, si cabe.



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